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Cuando hablamos de un vino Crianza, nos referimos a un tipo de vino que ha tenido un tiempo de maduración concreto durante su proceso de elaboración. Este tiempo de maduración transcurre, por lo general, en dos fases diferenciadas: una primera fase en la que el vino se deja reposar en barricas de roble, recibiendo la influencia de la madera; y una segunda fase en la que el vino pasa a la botella para que todos los matices de aroma, color, sabor y textura puedan evolucionar de la mejor manera posible. Con esta maduración o crianza se logra equilibrar y pulir las características de un vino en la dirección marcada por una bodega y es una etapa crucial para obtener vinos de gran calidad. Así, los vinos de crianza suelen presentar una serie de características por las que los podemos identificar. Conociéndolas, podremos saber cuál es la mejor ocasión o la opción de maridaje más adecuada para degustar un buen vino Crianza. 

Por ello, en este artículo vamos a descubrir cómo son los vinos Crianza y también conoceremos las propuestas de vinos Crianza de Bodegas Franco-Españolas.

La crianza o maduración de un vino

Durante el proceso de elaboración del vino, la crianza o maduración es uno de los procesos más importantes y que más influencia van a tener en el carácter final que mostrará el vino. Una vez realizada la vendimia y la fermentación alcohólica y, en algunos casos, también la fermentación maloláctica, el mosto ya convertido en vino pasa a las barricas de madera de roble. Estas barricas sirven para que el vino envejezca de forma controlada en una atmósfera levemente oxidativa. Las características de porosidad de la madera y la propia construcción de las barricas permiten la entrada de pequeñas cantidades de aire, que favorecen una serie de reacciones físicas, químicas y biológicas que mejoran las características organolépticas del vino. Así, durante la estancia en la barrica, el vino evoluciona, gana en astringencia, en intensidad, estructura y concentración de taninos. Además, adquiere un cierto aroma a madera de intensidad variable en función del tiempo que pase en estas condiciones y de las características de las propias barricas.

Tras la crianza oxidativa en barrica, el vino debe pasar un tiempo similar en botella, en una atmósfera reductora en la que la práctica ausencia de oxígeno favorece otra serie de procesos biológicos que también aportarán carácter al vino: el vino se suaviza y gana en elegancia, su color pierde el rojo intenso de la fruta en favor de tonos más cobrizos y la astringencia y acidez se rebaja. Así, el vino evoluciona y afloran los tan apreciados aromas terciarios que después podremos identificar durante la cata: el cuero, los tostados, las notas de frutos secos, las especias…

Los tintos Crianza DOCa Rioja deberán pasar al menos 12 meses en barrica del total mínimo de 24 meses de maduración.

Características de los vinos Crianza

En la mayor parte de las regiones productoras de vino del mundo la característica principal a valorar a la hora de clasificar un vino es la variedad o las variedades de uvas empleadas en su elaboración. Sin embargo, en España, los vinos suelen clasificarse tradicionalmente atendiendo a su lugar de origen, a la Denominación de Origen a la que se adscribe la bodega productora y también, especialmente en Rioja, al tiempo de maduración o crianza del vino. Así, si nos centramos en los vinos Crianza, sus principales características son las siguientes:

  • Crianza General

En términos generales, se consideran vinos Crianza a aquellos tintos que han tenido maduraciones de al menos 24 meses, con 6 de ellos en barrica, y a aquellos blancos y rosados con maduraciones de al menos 18 meses con 6 de barrica. Este criterio puede variar dependiendo de la región de producción de cada vino o de los criterios marcados por los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen, como así ocurre en la DOCa Rioja.

  • Crianza Específica para los vinos DOCa Rioja

Los vinos con Denominación de Origen Calificada Rioja suelen tener períodos de estancia en barrica más elevados, ya que son vinos que se caracterizan por su alta calidad, perfectos para dejarlos evolucionar durante la guarda. De esta manera, los tintos Crianza DOCa Rioja deberán pasar al menos 12 meses en barrica del total mínimo de 24 meses de maduración. Mientras, los blancos y rosados Crianza DOCa Rioja permanecerán 6 meses en barrica y la crianza total será de al menos 24 meses

  • Notas de cata

Estos vinos son más intensos en cuerpo y estructura que los jóvenes y en ellos ya puede apreciarse el aroma a madera de su paso por la barrica. Son vinos más elegantes, con una concentración de taninos equilibrada y con menor acidez que los jóvenes. Los aromas secundarios y terciarios comienzan a aparecer durante la cata. 

  • Ciclo de vida

Estos vinos deberían poder consumirse sin problema hasta 5 años después de la fecha de su añada, pudiendo aguantar algunos incluso más años. 

Bordón Crianza, de Bodegas Franco-Españolas

Sean jóvenes, Crianza, Reserva o Gran Reserva, cabe destacar que el tiempo de maduración y guarda de un vino no tiene por qué estar directamente relacionado con una mayor o menor calidad. Esto depende en mayor medida de muchos otros factores, como la calidad de la producción de uva de la añada o del buen hacer de los bodegueros durante el proceso de elaboración. 

Bordón Crianza

Con 90 puntos de Tim Atkin, otros 90 de Andreas Larsson, una Medalla de Plata Bacchus y otra Medalla de Plata de Decanter, entre otras, pocas dudas pueden quedar de que es posible encontrar la máxima calidad en un vino Crianza. Los 14 meses de maduración en barricas de roble americano y francés hacen del Crianza Bordón un vino perfectamente equilibrado e intenso en sabor. Su color es rojo cereza con ribetes rubí y su aroma recuerda a frutos rojos, a humo, especias y regaliz. Muy versátil para maridar, es especialmente recomendable para disfrutar junto con quesos curados y semicurados, legumbres y carnes blancas y a la brasa. 

Ahora que conocemos un poco mejor las características de los vinos Crianza, seguro que sabremos disfrutar de todos estos matices con mayor profundidad. 

Bodegas Franco-Españolas

Bodegas Franco-Españolas es una de las grandes bodegas de Rioja. Con nuestros 125 años de historia, continuamos siendo un referente a la hora de hablar sobre el mundo del vino.

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