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El vino y el queso son dos de los productos que mejor se llevan. Desde hace siglos, y en muchos lugares de Europa, no solo en España, comer queso con una copa de vino es algo habitual y que resulta muy satisfactorio al paladar. De hecho, se han realizado estudios científicos, como el del Journal Food Science, que explican de un modo más técnico por qué los quesos maridan tan bien con el vino.

Pero más allá de cuestiones científicas, lo que nosotros queremos hoy es ayudarte a maridar estos dos alimenos de la mejor manera para que “no te la den con queso”. Y es que por si no lo sabías, antiguamente cuando los taberneros servían un vino malo lo solían acompañar de un plato de queso fuerte para enmarscarar el sabor del vino, de ahí esta expresión.

Aquí no te la “daremos con queso” y te enseñaremos cómo disfrutar de dos de tus pasiones gastronómicas (queso y vino) de una manera más exquisita.

Consejos para maridar queso con vino

Para sacarle el máximo partido a esta experiencia gustativa, siempre es bueno aplicar unas nociones básicas que nos puedan ayudar. No son cuestiones complicadas, sino que podrás llevarlas a cabo de un modo sencillo y sin necesidad de tener unos conocimientos avanzados en gastronomía.

  • Las temperaturas

De todos es sabido que la temperatura del vino es muy importante para su correcta degustación. El vino necesita estar a su temperatura adecuada para un consumo óptimo y para poder disfrutar de sus características en su máximo esplendor.

Según el tipo de vino que sea, la temperatura puede oscilar. Pero, en líneas generales, recomendamos las siguientes:

  • Vino blanco joven – entre 7 y 10 °C
  • Vino blanco Crianza y Reserva – entre 9 y 12 °C
  • Vino rosado – entre 10 y 12 °C
  • Vino tinto joven – entre 15 y 16 °C
  • Vino tinto Crianza – entre 16 y 17 °C
  • Vino tinto Reserva y Gran Reserva – entre 17 y 18 °C

Esto, como decimos, son pautas generales que pueden verse modificadas según los gustos personales o las indicaciones concretas del producto..

En cuanto a los quesos, que normalmente se suelen conservar refrigerados, la recomendación es sacarlos un tiempo antes de consumirse, para que se vayan atemperando y se puedan disfrutar todos sus matices. De nuevo, vamos a por unas recomendaciones generales que, luego, se podrán personalizar según los gustos y necesidades:

  • Quesos curados, viejos y añejos – entre 20 y 25 °C
  • Quesos semicurados y tiernos – entre 18 y 20 °C
  • Quesos frescos – aproximadamente 15 °C
  • Quesos en torta – dejar a temperatura ambiente durante un día.

Hay que tener en cuenta que el tamaño de la pieza y la dureza de su pasta pueden influir en el tiempo que necesite el queso para atemperarse.

  • El orden de la degustación

En lo que respecta al orden en que se deben tomar, mucha gente tiende a probar primero el queso y luego pasar al vino. Pero lo ideal sería hacer esto en un primer paso y, a continuación, repetir con los mismos vino y quesos, pero en orden inverso. De este modo, no solo se pueden apreciar algunos aspectos diferentes, sino que también se comprende de un modo más afinado la igualdad que debe existir entre ambos.

Ante esta pregunta, no hay una respuesta fácil. Son muchísimos los quesos que maridan bien con vino, aunque también es cierto que hay algunos a los que les cuesta un poco más encontrar un vino compatible.

Quesos que maridan bien con vino blanco

Los quesos de textura más blanda, sobre todo los de leche de vaca, maridan muy bien con vinos blancos secos como nuestro Bordón Blanco y con vinos rosados como el  Bordón Rosado. Algunos ejemplos pueden ser los quesos de tetilla, de L’Alt D’Urgell, Garmillas, etc.

Muchos quesos de pasta blanda, tanto de vaca como de cabra, y con cortezas lavadas o enmohecidas también maridan genial con vinos blancos jóvenes. Aquí se pueden incluir quesos como el Camembert, Münster o los clásicos de leche de cabra Majorero o Ibores, por nombrar alguno.

Los vinos blancos también maridan a la perfección con quesos un poco más curados de vaca, como el queso de Taramundi, o con quesos semicurados de oveja, entre los que se encuentran los famosos Idiazábal, Manchego o Zamorano.

Quesos que maridan bien con vino tinto

En cuanto a los vinos tintos Crianza como nuestro Bordón Crianza, los quesos que más lucen con ellos son los muy curados de leche de vaca o de leche de oveja, como los quesos Manchego o Castellano, y también quesos ahumados semicurados, como el San Simón o el Palmero.

Y, si lo que prefieres es un queso que maride bien con un vino Reserva como el Bordón Reserva, nuestra recomendación son los quesos muy curados de oveja o cabra. Por poner algunos ejemplos, aquí entrarían quesos del tipo Roncal o Grazalema. También, para los que buscan experiencias un poco diferentes, quesos azules no muy curados, como el Valdeón o el picón Bejes-Tresviso.

¿Y qué pasa con los postres con queso?

Por último, si estás buscanso un vino con el que acompañar postres con queso como la tarta de queso, el flan de queso o la quesada, entre otros, la mejor opción es apostar por una copa de Diamante Graciela. Un vino muy especial y aromático (donde destacan la hierbabuena y el hinojo), con toques de manzana reineta, que seguro te encantará.

Y tú, ¿con qué combinación de queso y vino te quedas?

Bodegas Franco-Españolas

Bodegas Franco-Españolas es una de las grandes bodegas de Rioja. Con nuestros 125 años de historia, continuamos siendo un referente a la hora de hablar sobre el mundo del vino.

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